viernes, 4 de mayo de 2018

Aprendizajes escolares: Debate

Comenzamos un nuevo bloque, los aprendizajes escolares; y para ello en primer lugar debemos reflexionar, debatir, sobre las actuaciones que llevamos a cabo como docentes para favorecer el máximo desarrollo de nuestro alumnado. A raíz de la lectura de los artículos ("Una escuela para Juan" de Arbea y Tamarit y "Modelos Educativos para una vida de calidad" de Tamarit), además de otros documentos y guías, he sacado las siguientes conclusiones.

Es evidente que a lo largo del tiempo siempre han existido personas con distintas capacidades, con estilos de aprendizaje diferentes y que la respuesta que la sociedad ha ofrecido ha respondido a las características socioculturales de la época. El camino recorrido hasta llegar al momento actual ha sido largo y no exento de dificultades. Han tenido que cambiar leyes, actitudes y modos para que la educación especial se convirtiera en educación y posteriormente llegara a formar parte del sistema educativo. A continuación llegó la normalización, que supuso un cambio de actitudes hacia la discapacidad, se cuestionaron mitos y redujeron temores, pero este principio quedo atrás. Además supone cuestionarse que es lo "normal", ¿debemos adaptar al niño o niña con discapacidad a esa normalidad? En la actualidad, el reto ya no es simplemente integrar a los alumnos y alumnas con discapacidad en el sistema educativo ordinario, sino que es ofrecer una educación inclusiva donde se brinde a todo el alumnado las mismas oportunidades educativas y las ayudas necesarias para su desarrollo personal y social. Únicamente de este modo se garantiza la equidad y la calidad de la educación, principios básicos recogidos en la LOE-LOMCE.

La educación inclusiva exige cambiar estructuras organizativas y prácticas educativas que lleven la inclusión dentro de nuestras escuelas, transformándolas en lugares donde aprendamos juntos. Todo niño o niña es capaz de construir desarrollo por bajo nivel de competencia adaptativa que tenga, con los apoyos adecuados. Pero los docentes, en ocasiones, también debemos pararnos y dejar que el propio alumnado sea quien nos indique el camino. Habitualmente tendemos a estandarizar apoyos y crear rutinas (sobre todo en alumnado TEA) y no damos oportunidad al niño/a de tomar la iniciativa y tener en cuenta sus deseos e intereses, ya que la persona está por encima de su patología y cada niño/a es diferente. Bien es cierto, siguiendo en el caso de alumnado TEA, que existen unas áreas que debemos de enseñar de manera directa (autonomía, emociones, comunicación, HHSS, contenidos funcionales, uso de la comunidad, ocio, autorregulación), pero como guías y siempre en continua reflexión y cambio. 

En resumen, incluir es acoger la diferencia, no solo aceptarla. Supone fijarse en las capacidades de todo el alumnado para desarrollarlas en el aula, por lo que el alumno o alumna con discapacidad está presente en el aula siempre que sea posible, participando y progresando con todos sus compañeros/as. Para el profesorado supone trabajar de forma cooperativa y compartir liderazgo, supone ajustarse a las necesidades e intereses individuales de todo el alumnado, acomodándose a las necesidades de un alumnado en concreto. 
Pero, para lograr una escuela inclusiva se necesita el apoyo de toda la comunidad. Es necesario el establecimiento de unos canales de comunicación entre la familia y el centro educativo que favorezcan la conjunción de intereses y actuaciones educativas que, desde el ámbito familiar y escolar, inciden sobre el alumnado.

Para terminar, adjunto los siguientes enlaces: 

Convención de los derechos de las personas con discapacidad

Guía para asegurar la inclusión educativa y la equidad en educación 

http://rededuvir.com/2017/01/reflexion-etica-sobre-la-inclusion-en-la-escuela/

Reflexión ética sobre la inclusión en la escuela 

http://www.educadua.es/doc/dua/dua_pautas_intro_cv.pdf
Diseño universal para el aprendizaje 

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